Trabajo de semana de introducción de la Maestría en Gestión de Proyectos
UNIVERSIDAD PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL (UCI)
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE PROYECTOS
2011
En el mundo actual los valores individuales priman, en muchas ocasiones, sobre los colectivos. La expresión “el fin justifica los medios” parecería ser un axioma aceptado por todos. La carta de la tierra busca sensibilizar a la sociedad en general de la necesidad de un mundo completamente justo y equilibrado en lo ambiental, social, económico, político y democrático, para poder aspirar dejar a nuestra descendencia un planeta digno y posible de vivir.
Hasta ahora, y seguramente será así por mucho tiempo, sabemos que el planeta es el único lugar de nuestra galaxia apto para la vida humana, por tanto debemos desde ya asegurar para nosotros mismos y las futuras generaciones, que éste siga siendo el lugar en donde puedan vivir y convivir sin padecimientos ni limitaciones.
A todos en nuestros hogares nos gusta ver las cosas de forma ordenada, limpia, y controlada, logrando generar una atmósfera de paz, estabilidad y buenas relaciones. Similar pasa en nuestros lugares de trabajo, en donde la buena convivencia, la responsabilidad y el respecto son los pilares fundamentales para la productividad, la eficiencia y la innovación. Si esto es así en nuestro entorno inmediato ¿por qué no replicarlo en nuestro entorno más lejano? ¿Por qué no replicarlo en nuestro edificio, manzana, barrio o localidad? ¿Y por qué no hacerlo extensivo al resto del planeta?
Día a día vemos como la economía y la misma humanidad fuerza la destrucción y el estrés ambiental: la proliferación de las industrias no alineadas con principios de sostenimiento ambiental, la sobrepoblación, la sobredemanda de alimentos y la distribución inequitativa de los recursos, son factores que parecerían escritos en piedra, pero que con el esfuerzo de todos podemos cambiar.
En Colombia existen muchas iniciativas sintonizadas con la preservación de nuestro planeta; soy eColombiano tiene como objetivo “Promover una conciencia ambiental, a través de una campaña con un concepto nacional unificado, que sea visible a los diferentes sectores de la sociedad, incluyente y participativo; capaz de despertar y aumentar el interés del público y generar sentido de pertenencia de sus riquezas, buscando así inducir a comportamientos ambientalmente responsables, encaminados hacia la preservación del medio ambiente, mejoramiento de la calidad de vida y el uso racional de los recursos naturales.” [1], lo que nos muestra que cualquier buena acción que queramos iniciar al respecto no será una gota de agua en el desierto.
En la empresa en la que laboro (una transnacional farmacéutica) se entienden y se aplican muchos de los principios y compromisos establecidos en La carta de la tierra. Particularmente existe un muy bien elaborado plan de manejo de residuos sólidos, y en cada sitio de recolección existe una adecuada identificación de las canecas según la norma GTC-24 (Guía Técnica Colombiana). En los baños sólo se utilizan papeles ecológicos y se hace énfasis en el ahorro del agua y de la energía (los acondicionadores de aire se apagan a las 6:20 PM de lunes a viernes, sin importar si existen o no colaboradores en los múltiples pisos del edificio administrativo).
Todos podemos ayudar a que nuestro planeta sobreviva y permita a las venideras generaciones tomar un mejor provecho del lugar en donde vivimos. Da una buena formación a tus hijos y adopta patrones adecuados de convivencia, respeto, consumo, equidad, democracia y paz en tu entorno social y laboral y verás que muchos te seguirán la corriente. Hazlo por ti, hazlo por tus hijos, hazlo por todos.